En su movimiento, las cortinas forman pasadizos temporales en la estancia que se crean y borran continuamente, rediseñando el encuentro entre el hombre y el espacio.
Esta exposición se realiza en el salón de esculturas de Brandts 13, convirtiendo la estancia en un flujo constante de constelaciones espaciales nuevas y temporales. El movimiento de las cortinas forma espacios temporales y propone nuevos encuentros entre el espacio y la gente.